miércoles, 22 de diciembre de 2010

Poder para el pueblo

viernes, 17 de septiembre de 2010

GOLF EN OTOÑO

Después de un día de trabajo y de hacer una gran venta a Cristóbal, quien a parte de ser un buen cliente, es mi amigo, nos llegó la hora del cierre y le propuse ir a almorzar, a nosotros se nos unieron Carlos y Juan Miguel, amigos de Cristóbal que en ese momento se encontraban allí. En el restaurante, entre bocado y bocado, chistes y anécdotas, la conversación desembocó en el tema del golf, del cual lo único que yo sabia era que Severiano Ballesteros un cántabro, estaba ganando torneos en Estados Unidos e Inglaterra, donde ya le llamaban “Sevy” por aquello de hacer suyo todo lo que es bueno; de eso hace más o menos unos 20 años.
En la sobremesa con una copa de pacharán en la mano, alguien propuso ir a jugar al golf, a lo que no se si por la copa o porque dije que si.
Era otoño en un mes de octubre, el campo de golf estaba verde por que hacia días que estaba lloviendo mucho, pero ese día era especialmente nublado, aun que a mi me gustan los días nublados, tal vez por que yo naci en noviembre. En el campo de golf comenzó la acción, yo me creía que aquello seria ir andando de un lado a otro, pegar palazos, ver como rodaba la bola pero no, para jugar al golf debes tener una serie de requisitos, que desde luego yo no cumplía.
Cristóbal y sus amigos me llevaron a un lugar de práctica que es como un callejón grande y largo, donde a uno le indican entre otras cosas, la distancia y a donde mandar la bola. Ellos empezaron primero y sus bolas volaban majestuosa, mientras yo veía que aparentemente era fácil, que la bola podría mandarla lejos, mas que ellos quizás; así que cogí el palo o el driver como ellos lo llamaban, empecé a golpear la pelotita, y pensaba ó es mas chica de lo que creo ó pesa mucho esa pelota, pues a veces no le daba y cuando lograba hacerlo se movía escasos metros; ante la carcajadas de los presentes, me veía observado por todos mis amigos y todos los que estaban en el campo de practica, yo me sentía que era el centro de las miradas, y las risas, hasta que desistí y le devolví el palo maldito a mi amigo Cristóbal.
Ellos siguieron con el golpeo y yo muriéndome por dentro pues no soy de perder fácil, les observaba hasta que se cansaron de golpear; mirándome me decían vámonos Ballesteros, en tono irónico desde luego, ya nos íbamos para los coches, yo con la cabeza gacha, jodido, cuando uno de ellos propuso: __“ haber vamos al green de practica”_, yo no tenia zorra idea de lo que era eso, pero bueno, camine con ellos hacia el tal green y bueno, eso es el trozo de hierba grande con el boquetito y su banderita blanca donde hay que meter la dichosa pelotica.
Ahora ellos querían apostarse una comida, haber quien era el que pagaba, quien en menos golpes metiera la pelota en el boquete, tendría cena gratis, ellos a mi ni me miraban, tal vez por lastima, pero yo no se porque razón dije: __“ venga! yo juego!!”__ ante la cara de sorpresa de ellos, enfatice: __ “ eso si! yo juego de ultimo”__ a lo que ninguno se opuso. Empezó Carlos, ese tío la metió de tres golpes, mi amigo Cristóbal lo hizo luego de cuatro y el otro amigo de él, Juan Miguel lo hizo también en cuatro intentos, comencé mi turno y la fuerza que me falto para levantarla antes me sobro ahora, la bola corría por la hierba sin parar, ante la cara de felicidad de ellos, la pelota fue a caer a un socavón lleno de arena que ellos llamaban bunker; yo me quería morir encima de hacer el ridículo, “me costara una comida con estos” me decía a mismo, y me repetía en mis adentros que no era mas tonto porque no había nacido antes.
Ellos se reían y me decían: __ “ ya esta Manuel! no tires, has perdido ante de lanzar, para que vas a tirar de nuevo, si ya has perdido”__ todo acompañado de carcajadas, sin embargo respondí que no quería desistir, fui hacia la arena, metí mis zapatos en ella y me dispuse a golpear ante la mirada divertidas de ellos y golpee y realmente no se como la bola salió despedida y rodo por la hierba y al ver boquete la pelota cayo dentro, como por arte de magia a la vez que yo caía de rodillas en la arena, llamándome a mi mismo soy Manuel Ballesteros, ante la cara de tontos que tenia Cristóbal y sus amigos y así fui el campeón más efímero de golf pues ese mismo día me retire.

MANUEL

jueves, 15 de julio de 2010

Te Quiero, Te Quiero

—Quizá es que no me quieres.

—Te quiero.

— ¿Cómo lo sabes?

—No lo sé. Lo siento. Lo noto.

— ¿Cómo puedes estar seguro de que lo que notas es que me quieres y no otra cosa?

—Te quiero porque eres diferente de todas las mujeres que he conocido en mi vida. Te quiero como nunca he querido a nadie, y como nunca podré querer. Te quiero más que a mí mismo. Por ti daría la vida, me dejaría despellejar vivo, permitiría que jugasen con mis ojos como si fuesen canicas. Que me tirasen a un mar de salfumán. Te quiero. Quiero cada pliegue de tu cuerpo. Me basta mirarte a los ojos para ser feliz. En tus pupilas me veo yo, pequeñito.

Ella mueve la cabeza, inquieta.

— ¿Lo dices de verdad? Oh, Raúl, si supiese que me quieres de veras, que te puedo creer, que no te engañas sin saberlo y por lo tanto me engañas a mí... ¿De verdad me quieres?

— Sí. Te quiero como nadie ha sido capaz de querer nunca. Te querría aunque me rechazaras, aunque no quisieras ni verme. Te querría en silencio, a escondidas. Esperaría que salieses del trabajo nada más que para verte de lejos. ¿Cómo es posible que dudes de que te quiera?

— ¿Cómo quieres que no dude? ¿Qué prueba real tengo de que me quieres? Sí, tú dices que me quieres. Pero son palabras, y las palabras son convenciones. Yo sé que a ti te quiero mucho. Pero ¿cómo puedo tener la certeza de que tú me quieres a mí?

—Mirándome a los ojos. ¿No eres capaz de leer en ellos que te quiero de verdad? Mírame a los ojos. ¿Crees que podría engañarte? Me decepcionas.

— ¿Te decepciono? No será mucho lo que me quieres si te decepcionas por tan poco. ¿Y todavía me preguntas por qué dudo de tu amor?

El hombre la mira a los ojos y le coge las manos.

—Te quiero. ¿Me oyes bien? Te quiero.

—Oh, «te quiero», «te quiero»... Es muy fácil decir «te quiero».

— ¿Qué quieres que haga? ¿Que me mate para demostrártelo?

—No seas melodramático. No me gusta nada ese tono. Pierdes la paciencia enseguida. Si me quisieras de verdad no la perderías tan fácilmente.

—Yo no pierdo nada. Sólo te pregunto una cosa: ¿qué te demostraría que te quiero?

—No soy yo la que tiene que decirlo. Tiene que salir de ti. Las cosas no son tan fáciles como parecen. — Hace una pausa. Contempla a Raúl y suspira

—. A lo mejor tendría que creerte.

— ¡Pues claro que tienes que creerme!

—Pero ¿por qué? ¿Qué me asegura que no me engañas o, incluso, que tú mismo estás convencido de que me quieres pero en el fondo, sin tú saberlo, no me quieres de verdad? Bien puede ser que te equivoques. No creo que vayas con mala fe. Creo que cuando dices que me quieres es porque lo crees. Pero ¿y si te equivocas? ¿Y si lo que sientes por mí no es amor sino afecto, o algo parecido? ¿Cómo sabes que es amor de verdad?

—Me aturdes.

—Perdona.

—Yo lo único que sé es que te quiero y tú me desconciertas con tus preguntas. Me hartas.

—Quizá es que no me quieres.


__Si te quiero, Lo que pasa es que me matan tus dudas.

En este momento yo estaba al borde de un ataque de locura, sin embargo respire profundamente, volví mis ojos sobre ella y le dije:

__ Te quiero, te quiero, ¡te quiero!

En ese momento ella clavo su mirada en mis ojos y me dijo lentamente:

__ Es que tu profesión, eso de ser actor porno, mi amor, es duro para mi,

__ Yo se que es difícil para ti, pero tu me conociste sabiendo lo que soy. Me gano la vida así.


__ Si, pero amor, que estés en brazos de tantas mujeres, lo soporto a duras penas.

__ Pero amor, sabes que es mi forma de ganarme la vida, la única persona a la que amo es a ti, estoy con muchas mujeres pero con ellas es sólo trabajo, te lo puedo asegurar! contigo amor es la plenitud, es el sentirme vivo y afortunado de quererte y que tu me quieras.

__ Tú sabes que todas las parejas de mis compañeros son actrices porno, pero el único que tiene una pareja fuera de nuestro gremio soy yo y realmente me siento orgulloso de ti. Le miro a los ojos y le pregunto:

__ ¿Aun dudas de mí?

__ Amor es tan difícil…

__Te voy a contar un secreto, algo que sólo puedo contarte a ti, que eres la única persona en la que confío: Estoy tan profundamente enamorado de ti, que ahora tengo que pensar que estoy haciendo el amor contigo, sino seria imposible hacer mi trabajo, ¿tú puedes comprenderme?

__ Si, lo puedo entender.

__ AH! Lo puedes entender!.

Por fin me siento algo aliviado y le digo__: Mi amor yo haría por ti lo que fuera, todo__ y ella me responde:

__Mi amor yo también tengo que contarte un secreto, a pesar que se que tu no quieres hijos, lamento decirte que estoy embarazada.

__ ¿Cómo, embarazada? pero si hemos puesto todos los medios para que no ocurriera eso.

Yo respiro profundamente tratando de asimilar lo que escucho, mi rostro palidece.

Ella me pregunta __: ¿Te sientes bien?

Yo no respondo y ella añade:

__ Por favor dime algo.

__Que quieres que te diga, estoy muy sorprendido, déjame, asimilarlo.

__Lo ves como no me quieres.

Y yo le contesto:

__Si te quiero a ti y a ese hijo mío que llevas en tu vientre!


__ Yo puedo entenderte a ti y más cuando me dices que en las escenas de sexo tienes que pensar en mí, te diré que te comprendo perfectamente. Cuando te fuiste de viaje esos veinte días que estuviste en Rusia, ¿te acuerdas?

__ Por supuesto que lo recuerdo.

__ Pues bien, en casa apareció Juan de la producción, vino a traerte los premios que ganaste en el Festival de Cine Erótico de Berlín, y entonces él me comentó que esa película era muy buena! Él me pregunto si la había visto y yo le dije que no; a lo que me dijo que llevaba una copia encima y si quería la podía ver.

Yo me quedo sorprendido y no doy crédito a lo que escucho, pues hasta ahora, ella nunca había querido verme actuar.


_A mi me hacia ilusión verte, por que hacia diez días que no te veía. Pusimos la película en el DVD, tomándonos una copa y mientras la veíamos me fui excitando, sabes que nunca había visto una película tuya, pero viéndote desnudo no pude parar mi excitación y no se como caí en brazos de Juan, no se como pasó, pero mi amor, a los cinco minutos estaba desnuda en brazos de él, yo imaginaba que eras tu, por eso se que cuando tu haces el amor piensas en mi.


Yo me quede de piedra, anonadado.

__ Amor el hijo que llevo en mi vientre es de Juan… ¿Me sigues queriendo?

No podía pronunciar palabra. Voy al armario, cojo mi maleta de viaje y cuando estoy en la puerta ella me dice:

__Lo ves, eran sólo palabras.

Manuel *